El educador social del año trabaja desde hace dos décadas como orientador del Ayuntamiento de Valdemoro. Rafael Dávila (Toledo, 1980) fue distinguido con el galardón al mejor educador social del 2024 el pasado 13 de diciembre, en la gala de los II Premios Mundo Eduso-UNED Ponferrada. “Yo no considero que lo sea o que sea mejor que otros que están trabajando en centros de menores, campos de refugiados… La cuestión es que he conseguido estar en el escaparate gracias a las redes sociales”, reconoce a ZIGZAG, consciente de que los títulos siempre son justos para unos e injustos para otros muchos.
Este importante reconocimiento, al igual que el que le otorgó la comunidad Madresfera en 2023, ha llegado a sus manos por la capacidad que ha tenido de convertirse en un referente educativo en el mundo digital. Desde sus perfiles de Instagram (@rafadavila.orientador), TikTok y X (@rafadavilo), el anterior Twitter, Rafael comparte con su comunidad de cerca de 45.000 seguidores vídeos en los que sienta cátedra sobre cómo relacionarse con adolescentes, lucha contra los mitos creados en torno a las altas capacidades y difunde factores que pueden afectar a los niños en su desempeño como estudiantes, así como otras cuestiones de interés para las familias y educadores.
Todo empezó hace dos años, cuando sintió la necesidad de que su trabajo y conocimientos llegasen más allá de las fronteras de Valdemoro y descubrió en las redes sociales una herramienta perfecta para conseguirlo. “Mi primer vídeo lo publiqué en Instagram en 2023. Desde entonces, los seguidores no han dejado de subir y me ha llegado a contactar hasta una asociación de Latinoamérica”, explica el orientador, quien también ha aprovechado estos años para especializarse en las altas capacidades.
Su “obsesión” por ellas comenzó un día como otro cualquiera en el que se encontró con un caso de fracaso escolar que hizo que todas las concepciones que había construido sobre lo que era una persona superdotada se derrumbasen. “Empecé a trabajar en un proyecto con chavales a los que expulsaban de los centros educativos por su mal desempeño y me topé con un alumno que, pese a haber suspendido y repetido curso, tenía un coeficiente intelectual altísimo. Me descolocó muchísimo porque descubrí un coladero en el sistema”, relata el graduado en Educación Social por la UNED y especialista en altas capacidades intelectuales y psicología social por la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
España obtuvo su peor resultado histórico en Matemáticas y uno de los peores en Lectura en el último Informe del Programa para la Evaluación Integral de Alumnos (PISA). El mal desempeño de los estudiantes en estas materias, revelado por los estudios, es algo que Rafael también ha apreciado con sus propios ojos desde su papel como orientador educativo del Ayuntamiento y que considera que se debe, no tanto a la materia que se imparte, sino a la incapacidad que están teniendo los profesores de llegar a los alumnos. “Estamos en un punto, que se suele alcanzar cada x años, en el que existe un salto generacional entre el alumnado y el profesorado que parece insalvable”, afirma el educador social, señalando a la tecnología y a la falta de medios como la base de esa barrera.
El orientador del Ayuntamiento de Valdemoro ha detectado, desde la perspectiva que le da ser padre a la vez que educador, que la integración de las pantallas en las aulas como recurso educativo y la prohibición de su uso para otros fines genera un gran desconcierto en los adolescentes. A esto se une la dificultad de llegar con la ratio de profesores que existe a poder evaluar a los estudiantes por competencias, como la normativa pretende y exige. “Creo que las intenciones y las ideas son buenas, pero no van acompañadas de recursos. Es imposible atender a la diversidad, desarrollar proyectos y realizar una evaluación competencial cuando hay aulas de 35 alumnos y una cantidad enorme de papeleo para cada paso”, apunta sobre la dura situación a la que se enfrentan en el día a día los maestros de colegios e institutos.
El originario de Toledo, valdemoreño de corazón, considera que un paso importante para acabar con la brecha que ha detectado entre profesores y alumnos sería que los primeros dejasen de demonizar a las redes sociales. “A mí me pasó con TikTok. La veía como una plataforma donde sólo había lugar para bailes y retos. Me abrió los ojos un compañero que me dijo que había contenido de todo tipo y ahí fue cuando empecé a subir mis vídeos y descubrí que había un público al que le interesaba lo que tenía que decir”, admite, puntualizando que este crecimiento en el mundo digital lo ha convertido en un mejor profesional como asesor, administrativo y coordinador de eventos culturales para el Ayuntamiento.
Al título de mejor educador social del 2024 se podría añadir en unos meses el de mejor docente de España en educación no formal. Rafael está nominado a esta categoría en los V Premios Educa Abanca, cuya gala de entrega tendrá lugar el 15 de marzo. “Formo parte de la lista de diez finalistas de la modalidad en toda España. Es una satisfacción para mí porque son unos galardones en los que te tienen que nominar las familias”, declara el orientador, quien aspira a llevarse esta nueva distinción, a la que muchos conocen como “los Goyas de la educación”, por las clases de robótica que impartió durante dos cursos en una academia de Valdemoro.
Fuente: zigzagdigital.com
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