Un móvil vibra por un mensaje en un grupo de WhatsApp. "Oye, he visto a alguien mirando en mi descansillo», reza el mensaje. Decenas de vecinos ven la notificación y deciden armarse en patrullas ciudadanas para hacer frente a los extraños. "Hacen vigilancias. En cuanto se ve algo fuera de lo normal, se da el aviso", comenta Jesús Paniagua, presidente de la Asociación de Consumidores de Valdemoro (Acusval), sobre los últimos episodios que han sucedido en la localidad.
Valdemoro, al sur de la Comunidad de Madrid, cuenta con una población de 81.000 personas y se establece como uno de los 15 municipios con más habitantes de la región. Dispone de una plantilla de 72 agentes de Policía Local. Una cifra que dista de otros municipios con una población ligeramente inferior como Coslada (108 agentes y 80.000 habitantes) o Collado Villalba (89 policías y 65.000 personas). Y Pozuelo de Alarcón, con casi 10.000 habitantes más que Valdemoro, duplica la plantilla de Policía Local, con 153 efectivos.
La legislación vigente recuerda que el ratio de agentes por cada 1.000 habitantes debe situarse en torno a 1,6 y 1,8 policías. Desde el sindicato policial CPPM notifican que hay localidades, como Alcobendas (120.000 habitantes), que superan el ratio de policías sugerido.
Desde dicha agrupación sindical denuncian las condiciones que viven los agentes a diario. "Nos privan de nuestros derechos, como los permisos referentes a asuntos propios o por vacaciones. Además del pago de las horas extra y la falta de efectivos para cubrir las bajas. Y a eso súmale que en verano hay dos policías para 80.000 personas y que cada vez los delitos son más violentos", señala el colectivo a GRAN MADRID.
Recientemente, los uniformados detuvieron a un sujeto acusado de un delito de resistencia, desobediencia y atentado contra la autoridad. Aseguran que hay cuatro policías con ansiedad y, en el caso de solicitar el traslado a otro municipio, no se les concede.
La Guardia Civil trabaja codo con codo con los agentes locales para garantizar la seguridad de la localidad. En el caso de que los servicios de los uniformados del Instituto Armado sean requeridos en los pueblos colindantes, como Torrejón de la Calzada o Torrejón deVelasco, dejaría a Valdemoro sin ese apoyo.
Incluso el propio concejal de Seguridad de la localidad, José Romero (Vox), tuvo que permanecer en dependencias policiales en la última Navidad por la ausencia de policías. "Había un servicio, pero en el último momento se dieron de baja tres policías. Fue algo puntual", informan desde la alcaldía. El Consistorio subraya que Romero es personal de Emergencias y que "tiene conocimientos" para asumir la situación excepcional.
Pero la delincuencia en Valdemoro ha aumentado de forma exponencial en los últimos años. Los datos de criminalidad arrojados por el Ministerio del Interior reflejan que los delitos se han incrementado desde el año 2020.
Evolución de la criminalidad en Valdemoro.Javier Aguirre
En el presente 2024, los ilícitos penales han subido un 12% con respecto al mismo periodo del año anterior. Las estadísticas acumuladas entre enero y marzo establecen los delitos en 1.093, de los 960 del intervalo previo, según Interior.
El pasado 2023 se cerró con un balance de criminalidad de 4.079 delitos, la cifra más alta que se recoge en seis años. Los ciberdelitos aumentaron un 42% con respecto al 2022, al igual que las infracciones relativas a delitos de lesiones y riñas tumultuarias. Sin embargo, otros delitos como los robos y los asuntos de drogas descendieron.
Fuentes policiales testifican que el ambiente de Valdemoro se ha deteriorado en los últimos años. Los delitos han aumentado un 20% desde el año con menos registros (2017, con 3.391) al 2023, que cuenta con 4.079. Apuntan, entre otros sucesos, a un edificio residencial okupado en su totalidad y a uno de los principales focos conflictivos de Valdemoro: el narcopiso de la calle Negritas.
Los agentes peinan la zona de manera constante para terminar con el "menudeo" que allí se mueve. El local se caracteriza por una puerta metálica de quita y pon, acompañada de unos ventanales rotos que dejan entrever el interior. Los vecinos de las viviendas colindantes conocen el entramado del bajo donde se trapichea con drogas.
El narcopiso de la calle Negritas.A.B.
"A veces se escucha a una mujer salir gritando de ahí», dice un valdemoreño. Mientras que el bloque okupado, que se sitúa en frente de un centro educativo en la calle de Herencia, presenta pintadas en su fachada con la palabra "gitano".
A estos focos de presunta delincuencia, se le suman el crecimiento del consumo de drogas, que apunta directamente a la heroína. «Han vuelto a las de antes, a utilizar la cuchara», relatan estas fuentes. Se ha logrado identificar a algún sujeto con hasta 45 antecedentes.
Edificio residencial okupado.A.B.
El alcalde de Valdemoro, David Conde (PP), es pleno conocedor de la situación delictiva de su municipio, ya sea antes o después de su mandato. El regidor popular obtuvo el bastón de mando tras las elecciones generales del pasado año y gobierna en coalición con Vox.
Reconoce que las infracciones penales han incrementado en el municipio. A la dicha okupación del edificio residencial, se le suma el problema con la calle Benelux, conocido como el barrio de El Caracol. El alcalde cuenta que hubo una guerra entre okupas: "Se empezaron a tirar las cosas a la calle entre ellos y aquel episodio generó mucha alarma social. Acompañamos a los vecinos. La ley, a veces, ayuda más al delincuente que al ciudadano de a pie".
Relata que las bandas juveniles no son un problema en su domicilio. "Algo hubo hace tiempo", detalla. "Tampoco es algo que hay que dejar de lado. Ese cáncer hay que extirparlo", prosigue el político madrileño.
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El Cuerpo policial de Valdemoro no ha introducido un nuevo agente desde 2009. "Hay policías que están de baja, otros se jubilan... Pero esperamos que en octubre se incorporen 18 policías más", mantiene el alcalde.
El regidor hace balance anual de su periodo al frente del Ejecutivo local e indica que "han sacado todas las plazas que han podido". "En Policía Local las circunstancias no son las mejores", apostilla. "Pero tampoco creo que Valdemoro sea una ciudad insegura", asegura Conde.
Fuente: elmundo.es