La droga se encontraba oculta en diferentes estancias ocultas. Además, han intervenido armas de fuego y hay detenidos.
Los detenidos habrían alquilado la finca rústica en una zona apartada de Valdemoro para pasar desapercibidos. Todos cuentan con antecedentes relacionados con el Patrimonio.
Los agentes sospecharon cuando en un control rutinario por un camino rural de Valdemoro percibieron un fuerte olor a marihuana. Provenía de una finca en la que había varios invernaderos pero cuyo contenido no se veía desde el exterior. Así que la Guardia civil inició una investigación mayor que confirmó la existencia de las plantas e identificó a los responsables, dos hombres y una mujer de nacionalidad española que ya tenían antecedentes por delitos contra el patrimonio.
Cuando los agentes consiguieron entrar en la finca, orden judicial en mano, hallaron más de mil kilos de plantas de marihuana, en su mayoría listas para recolectar y con más de tres metros de altura, además de tres zonas de secadero y otra de envasado para producir la droga de manera casi industrial.
La Guardia Civil también se ha incautado de 16 armas de fuego presentes en la finca, 13 escopetas de diferentes calibres, dos armas cortas y un revólver, unas modificadas para que no se pudiera rastrear el número de identificación y otras cuyo robo había sido denunciado en diferentes lugares. También había otros elementos robados en las inmediaciones del lugar, como un tractor con arado, cuatro bombas de agua, un compresor, grupos electrógenos, una motosierra y diferente maquinaria para la recolección de las plantas.
De los tres detenidos, con edades comprendidas entre los 37 y los 77 años, el principal responsable de la plantación ha ingresado en prisión y los otros dos han quedado en libertad con cargos.
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