Un vecino de Valdemoro lidera el encierro en un tren de la línea C-3: “No nos dejaremos pisar”


La noche del pasado 20 de octubre un grupo de ciudadanos, liderados por un vecino de Valdemoro, se encerró en uno de los convoyes de la línea C-3 de Cercanías Madrid hasta las cuatro de la mañana reivindicando un trato justo.

A las 23.00 horas del 20 de octubre, los cerca de 250 pasajeros de uno de los últimos trenes con destino Aranjuez son informados de que hay retrasos en el servicio de trenes de hasta 45 minutos. El motivo de los retrasos, que no fue comunicado hasta más de una hora después, se debía al arrollamiento de un ciudadano en las vías. “Cerca de la una de la mañana, en la estación de El Casar, no dicen que nos cambian de tren para llevarnos a casa. Una vez hecho el cambio, nos obligan a bajarnos de nuevo del convoy porque se nos informa de que el tren en el que nos acabamos de subir va en dirección contraria a la nuestra, con destino Chamartín. Nos quedamos allí, en la estación de Getafe, sin más respuestas hasta que media hora después el maquinista nos dice que en ningún caso va a pasar un tren con destino Aranjuez por la estación, que nos bajáramos y buscáramos por nuestra cuenta una forma de llegar a nuestras casas”, explica Sergio García, vecino de Valdemoro. “En ese momento me planto y le digo al maquinista que no nos vamos a mover de ahí hasta que no nos den una solución de transporte”, cuenta Sergio. Él decide entonces bloquear las puertas del tren para que no pudieran cerrarse, impidiendo que pudiera retomar el viaje hasta Chamartín.

“Como única solución nos dicen que pueden dejarnos en Atocha. Yo vuelvo a insistir en que RENFE debe darnos un transporte alternativo hasta nuestros destinos o, si no, no permitiría al tren continuar su camino”. Tras momentos de tensión, en los que el maquinista trata de activar el cierre automático de las puertas pese a que los pasajeros estuvieran bloqueándolas con sus cuerpos, y ante la llegada de la seguridad de la estación y miembros de la Policía Nacional, el resto viajeros comienzan a apoyar públicamente y unánimemente a Sergio. “Sobre las dos de la mañana la situación se puso muy tensa, empezaron a darnos empujones para sacarnos de las puertas del tren. Entonces fue cuando un montón de viajeros se echaron encima. No nos queríamos quedar tirados: ni allí, ni en Atocha, ni en ningún lado”, narra el valdemoreño.

Pese a la amenaza policial avisando a los viajeros de que estaban cometiendo un delito por interrumpir la circulación de trenes por la que iban a ser denunciados, la presión ciudadana del grupo consiguió que finalmente RENFE diera su mano a torcer y pusiera, a las tres y media de la mañana, un servicio de autobuses que dejó a todos los viajeros en sus destinos.

“Esto solo pasó gracias a la lucha que hicimos entre todos”, escribe Sergio en el post que ha publicado en redes sociales narrando lo ocurrido, y acompañado de vídeos, donde pide difusión para que “esto no le vuelva a pasar a ningún viajero”. “Que esto sea un ejemplo de lucha hacia contra todas aquellas personas que nos querían dejar tirados, hagamos que se les caiga la cara de vergüenza y que recapaciten. No nos dejemos pisar”.

El texto de Sergio ha recibido el apoyo de numerosos vecinos de Valdemoro y de otros municipios de la línea C-3 de Cercanías, como Pinto o Ciempozuelos. “Basta ya de abusos a los usuarios de la C-3”, “Muy bien, la unión hizo la fuerza, eso es lo que tenemos que hacer con muchas cosas. Ole y olé por vuestra constancia y no dejaros aborregar como nos están haciendo con todo”, “Te felicito por tu actuación, yo he vivido varias veces algo parecido” o “A ver si es verdad que empezamos a luchar por nuestros derechos. Un aplauso”, son algunos de las respuestas a la historia de Sergio que pueden leerse en redes sociales.

 

 


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